Hay 3 tipos de regalos:
- Los que implican TENER algo: un iPhone o un cochazo
- Los que implican HACER algo: irse a esquiar a los Alpes o pasar un fin de semana en una cala remota
- Los que implican SABER algo: cómo construir un dron o cómo hacer la mejor paella
Probablemente en la sociedad consumista en la que vivimos, el primer tipo de regalo te hace más ilusión en corto. Una cosa más que te apetecía tener (porque te han convencido de que así tenía que ser). El segundo, con el tiempo, se acaba apreciando más ya que se recuerda más, su memoria es más perdurable y las personas estamos construidas con ellas. Sin embargo, para mí el tercero, si es obviamente aprender algo que te interesa, es el más valioso porque te permite llegar más fácilmente a ser aquello que puedes llegar a ser.
Lo que viene ahora es un consejo de los más valiosos que he leído en mi vida*. Especialmente para la gente joven. Léelo con atención y aplícalo porque, amigo, después de unos cuantos años de experiencia profesional estoy convencido de que es ABSOLUTAMENTE cierto. Y si no da ya para ti porque buena parte de tu tiempo ha pasado ya o no tienes energía para ello, hazle un favor a alguien más joven o con más ganas que lo pueda aprovechar y envíaselo hoy mismo.
El autor del texto es Scott Adams, dibujante y autor de la tira de comic diaria Dilbert que se publica desde 1989 en periódicos de todo el mundo. Actualmente en ¡1.200 periódicos de 35 países! Entre ellos The Chicago Tribune, The Boston Globe o The New York Daily News.**
Aquí viene la magia:
“Si quieres una vida satisfactoria, promedio, no hace falta mucha planificación.
Simplemente, apártate de los problemas, ve al colegio y aplica a trabajos que puedan gustarte. Pero si quieres algo extraordinario, tienes dos caminos:
- Convertirte en el mejor en algo específico
- Convertirte en alguien muy bueno (en el top 25%) en dos o más cosas
La primera estrategia es difícil por no decir que imposible. Pocas personas van a llegar a jugar en la NBA o van a hacer un álbum que sea platino. No recomiendo a nadie que lo intente siquiera.
La segunda estrategia es bastante sencilla. Todo el mundo tiene al menos un par de áreas en las que podrían estar en el top 25% con algo de esfuerzo. En mi caso, puedo dibujar mejor que la mayoría de la gente, pero difícilmente se me puede considerar un artista. Y no soy más gracioso que el monologuista promedio que nunca tiene un gran éxito, pero soy más gracioso que la mayoría de la gente. La magia está en que poca gente puede dibujar bien y escribir chistes. Es la combinación de las dos lo que hace poco común lo que yo hago. Y cuando añades a esto mi experiencia empresarial, de repente tengo temas que pocos dibujantes pueden tratar de entender sin haberlos vivido.
Siempre recomiendo a la gente joven que se conviertan en buenos oradores públicos (top 25%). Cualquiera puede hacerlo con algo de práctica. Si añades ese talento a cualquier otro, de repente eres el jefe de todos aquellos que solo tienen una habilidad. O que obtengan un grado en administración de empresas más allá de su grado de ingeniería, de derecho, de medicina, de ciencias o de lo que sea. De repente te ves como responsable, o puede que fundes tu propia compañía utilizando tu conocimiento combinado.
El capitalismo premia las cosas que son a la vez poco comunes y valiosas. Te conviertes en alguien excepcional combinando 2 o más cosas buenas hasta que nadie más tiene tu mix… Al menos una de las habilidades en tu mezcla debería incluir la comunicación, ya sea escrita o hablada. Y podría ser algo tan simple como aprender a vender de forma más efectiva que el 75% del mundo. Esa es una. Ahora añade a eso cualquiera que sea tu pasión, y ya tienes dos, porque esta será la cosa en la que fácilmente pondrás tu energía para alcanzar el top 25%. Si tienes aptitudes para una tercera habilidad, quizás los negocios o hablar en público, desarrolla esa también.
Suena como un consejo genérico, pero te va a costar encontrar a una persona exitosa que no tenga un mínimo de 3 habilidades en el top 25%.”
Algo similar a esto es el argumento principal del bestseller Range (Amplitud: Por qué los generalistas triunfan en un mundo especializado) de David Epstein y, por lo que se ve, también lo proponía hace tiempo Marc Andreesen, cofundador de Netscape, cuando recomendaba a los estudiantes conseguir combinaciones inusuales de grados.
Ya sabes: no hace falta ser el mejor en algo, lo que es prácticamente imposible en este mundo globalizado en el que no solo compites localmente. Con que seas bastante bueno (top 25%) en un par de cosas no muy relacionadas (tener una combinación poco habitual) y añadas a esto la habilidad de hablar en público o escribir mejor que la mayoría de la gente, junto a un buen conocimiento del mundo empresarial, te puede llevar con bastante facilidad al éxito profesional. Si es eso lo que quieres…
* Lo leí en el interesante e inusual libro Tools for Titans de Tim Ferriss
** Me he enterado al preparar este post que la tira Dilbert ha sido recientemente cancelada (febrero 2023) en cientos de periódicos de EE.UU tras hacer su autor unos comentarios racistas en un directo de YouTube; he leído lo que dijo y se pasa tres pueblos, pero pienso que lo cortés no quita lo valiente: no estando nada acertado en esto último, estoy completamente de acuerdo con lo que dijo respecto al desarrollo de las habilidades. Definitivamente, las personas no somos blancas o negras (dicho esto sin ninguna ironía) sino llenas de matices, algunos mejores y otros peores. O nefastos.